4 de febrero de 2025

Escribí esta reflexión decidido a publicarla el 31 de diciembre, a modo de cierre del año, pero por varios motivos no pude terminarla y publicarla a tiempo. Igualmente, si bien el comienzo de un nuevo año es motivo de nuevas oportunidades, pienso que cualquier otra fecha también es válida para ello. Siempre es buen momento para los nuevos comienzos.

Hace un año por estas mismas fechas, un buen amigo mío me preguntaba cuál quería que fuese la canción que definiera mi año 2024. Sin pensarlo demasiado, mi elección fue la eterna ‘My Way’ de Frank Sinatra. Es una de mis canciones favoritas y significa mucho para mí, así que me pareció un buen punto de partida para el año nuevo.

365 días después, la elección me parece ahora muy acertada, ya que este ha sido un año especial en mi vida, lleno de crecimiento personal y nuevas experiencias, todo muy «a mi manera», sin tener apenas obligaciones a diferencia de otros años.

Evidentemente, una de las novedades para mí ha sido la creación de este blog, este espacio para la reflexión y la cultura que poco a poco estoy construyendo, sin preocuparme demasiado por definirlo como algo concreto o encajarlo en ningún molde.

Sea como sea, más allá de mi vida personal, esta es una publicación para dar gracias y desear lo mejor a los demás: a ti que quizás estás leyendo esto, a todo el que pase alguna vez por este blog, y a toda la gente que hace del mundo un lugar un poco menos oscuro.

Quiero aprovechar la ocasión para compartir una escena brillante de la película ‘Solos en la madrugada’ de José Luis Garci, que os recomiendo y de hecho os animo a que veáis antes de disfrutar de esta escena, ya que precisamente es el momento final y puede arruinaros un poco la experiencia.

No ha sido un año fácil para mi país, España. No puedo olvidar la ocurrido en Valencia y todo el sufrimiento que han vivido y que siguen viviendo nuestros compañeros valencianos. La catástrofe fue natural, inesperada e inevitable hasta cierto punto, pero el desastre posterior fue político y humano. La irresponsabilidad y la incompetencia de muchos quedará en nuestra memoria durante largo tiempo.

Ahora bien, tenemos que salir adelante, todos y todas juntos, unirnos, recobrar las fuerzas y luchar sin descanso para construir un país y una vida mejor, es lo que merecemos. En nuestras manos está el futuro.

La escena y el monólogo irrepetible de José Sacristán son bastante claros: «vamos a intentar algo nuevo y mejor, vamos a cambiar la vida y vamos a empezar por nosotros, vamos… POR NOSOTROS».

Feliz año a todos.

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